domingo, 19 de agosto de 2007

Iluminación que reinventa formas clásicas


Una de las fuentes de las que bebe el diseño contemporáneo es la de los modelos clásicos.
Tomar un objeto con una forma muy reconocible asociados a tiempos pasado, actualizarla y aplicarle alguna nueva tecnología, es uno de los ejercicios de estilo que más gustan sobre todo a los jóvenes diseñadores.


Y la iluminación es una de las disciplinas del diseño que más se ha dejado influir por esta tendencia, consiguiendo algunos resultados de lo más interesantes junto con mucho otros de lo más vulgares.


Ya hablé de la lámpara Dear Ingo diseñada por Ron Gilad para la empresa Designfenzider, en la que partiendo de la repetición de un flexo tradicional había construido una monumental lámpara de techo.


Hace pocos días también comenté mi admiración por la ocurrente Volivic, versión de una tradicional lámpara de techo en la que bolígrafos Bic sustituyen a las típicas lágrimas de cristal.


También he mencionado las versiones de la tradicional lámpara de mesa con pantalla que ha hecho Philippe Stark cambiando el pie torneado de toda la vida, por un armas de fuego. O la de Judith van den Boom, la Disturbed Lamp donde el pie se ha abarrotado de desordenadas figuritas de porcelana holandesa.


Pero hay muchísimos más ejemplos. En modelo techo tenemos la espectacular Peace Chandelier de Studio Job, un candelabro donde la transparencia del cristal se ha sustituido por finas siluetas de alambre negro.


Del mismo estudio esta vez para Moooi (empresa de mobiliario a la que le encantan estas versiones actualizadas) la Paper Chandelier ha sido fabricada con papel y cartón. También para Moooi la Smoke Chandelier de Maarten Baas y como lámparas de pie la surrealista y monumental Horse Lamp de Front.


Diseñada para la empresa Citizen por Tobias Wong, la lámpara Chandelier tiene la apariencia de una lámpara de araña de lo más tradicional pero en un acabado en goma blanca que la hace muy especial y cara.


En metacrilato transparente, Buro Vormkrijgers ha creado dos sofisticados y actuales modelos inspirados en otros mucho más tradicionales, la Therese de techo y la Josephine y Marie-Louise de pie. En ellas la luz se difumina iluminándose por completo el contorno del metacrilato. Impresionantes.


Con siluetas de neón la empresa Lite Brite Neon ha fabricado varios modelos que recrean las siluetas de candelabros tradicionales de mesa, de pared, de pie, y de techo.


Pero no todo lo que se reinventa tiene que ser tan sofisticado y tan caro. Con mucha más simplicidad se plantea la empresa Design Desert su revisión de una lámpara de techo. Su Emperors New Lamp, es un ejemplo de que con una simple estructura de metal se puede dar forma a una auténtica lámpara de otra época.


Que pena que la mayoría de estos objetos sea tan escandalosamente caros, podía haber algún diseñador que reinventara un objeto de lujo convirtiéndolo en otro barato y bonito, sería, digo yo, un interesante ejercicio de estilo.

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