viernes, 16 de mayo de 2008

Sedes de grandes empresas que desaparecen de la foto


La obra de Miriam Steinhauser es un intento de evidenciar que el arte en el siglo XXI se encuentra en manos de las grandes corporaciones que lo utilizan para hacerse imagen de marca.


Hasta la obras de los artistas más críticos con el capitalismo de los años 70 ahora pertenecen a esas grandes empresas que hacen de ellas uno de sus más importantes activos por lo que la artista se pregunta si los artistas están colaborando en el juego de las grandes empresas y si se les puede considerar los nuevos aristócratas del sector servicios.


Para su obra Inventory, en la que lleva trabajando desde el 2006, está viajado por todo el mundo fotografiando las sedes centrales, headquarter, de 500 grandes empresas con colecciones representativas de arte.


Cuando las tiene a tiro de cámara, las fotografía junto a su entorno, de manera que siempre haya elementos externos, como coches, personas, arboles... que luego sirvan para indicar que el edificio pertenece a la foto.


Una vez obtenida la foto, empieza el proceso de transformación para intentar hacer desaparecer de ella el edificio, borrando los detalles interiores y dejando sólo las manchas de la siluetas y los detalles del entorno que lo circundan.


Los métodos utilizados para trucar la foto, pueden ir desde los más sofisticados con ordenador a los más básicos empleando el cutter o la mancha de pintura.


Además muchas de las siluetas son sacadas de la foto, ampliadas en cartón, en metacrilato o en lienzo, otorgándoles volumen.


Con esto según explica la autora, lo que está haciendo es, crear es un paisaje de nuestro tiempo, con el que pretende subvertir de manera elegante, introduciéndose clandestinamente en el sistema que rige el mercado del arte.


El resultado es curioso el problema es que hay que leer sobre su significado para poder entenderla en todo su dimensión y eso... bueno... a mí no me hace mucha gracia.


Lo he visto en Vvork.

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