miércoles, 27 de febrero de 2008

Casa de muñecas habitada por drogadictos borrachos y prostitutas


El por qué a una señora con pinta de madre de familia americana, aficionada a construir casas de muñeca tradicionales, le da por recrear en miniatura edificios ocupado por drogadictos borrachos y prostitutas, es algo que se me escapa, por mucho que la buen señora intente explicarlo.


Me ha llamado tanto la atención lo que ha hecho Grace Shaw, que no me podido resistir la tentación de comentarlo.


Ya se que hay personas a las que no les agrada ver cosas feas por aquí, pero nunca ha sido mi intención hacer de este ático, un catálogo de cosas bonitas, de buen gusto y estéticamente ejemplares, para nada.


Sí, lo confieso, al igual que me gusta ojear productos para millonarios, a los que les sobra el dinero, pero andan algo escasos de gusto, también me produce gran placer sumergirme en los abismos de lo kitsch, cutre y uncool, que le vamos hacer....


La recreación que esta miniaturista ha hecho de un típico edificio en hilera de la ciudad de Baltimore demuestra que no se puede juzgar a las personas por su aspecto y que tras una cara angelical e inocente se puede esconde un auténtico friki.


La idea se la dio su marido. Cuando ella le preguntó qué podía hacer con una maqueta de un edificio Row House típico de Baltimore, él sin dudar le dijo que una casa de vendedores de crack.


Y eso es exactamente lo que ha hecho. En la parte delantera, una fachada tradicional a la que se ha añadido algún que otro graffiti, en la posterior, todo un universo de marginación a pequeña escala.


El primer apartamento, de dos plantas, perteneciente a un vendedor de crack, está totalmente destrozado, todo roto y sucio, colchones por el suelo, paredes agrietadas, cortinas descolgadas... un tipo colocado en la bañera y los perros como amos y señores...no le falta detalle.


El segundo, apartamento está ocupado por un pub en la parte inferior y una tienda de libros pornográficos registrada y clausurada por la policía, en la parte de arriba.


El tercero, un prostíbulo de lo más decadente, tampoco le falta detalles, la planta baja es un cursi recibidor, todo lleno de encajes y maderas brillantes, en el piso superior el dormitorio con la prostituta en salto de cama y recargada decoración en dorado y púrpura.


Al cuadro hay que añadir un policía de la D.E.A. y un borracho que permanecen en la calle, en el tejado, una plantación de marihuana.


La ambientación está realizada con tanto detalle que me hace sospechar que la dulce señora se ha pasado mucho tiempo en escenarios reales para documentarse.


En fin, espero que no me tengáis en cuenta un post de tan mal gusto, pero a veces no me puedo resistir a cosas así. Por lo menos esto es ficción y no lo que estamos viendo estos días en la caja tonta.

Lo he visto en BB Blog.

4 comentarios:

  1. Me parece que se puede ir más lejos, me parece una opción que se quedó en la pátina, supongo que la observación de algo duro a traves del juguete, un objeto propio de un niño, es algo más sincero y directo, pero el repertorio de bajezas-grandezas del ser humano da para mucho más, ¿porqué no reflejar ese contraste?, dentro de los escombros y la putrefacción se pueden gestar sueños y proyectos.

    Saludos

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  2. Hola J&V

    Para mí esto no va más allá de ser las manualidades de un ama de casa a la que le gusta hacer casas en miniaturas.

    Lo que me hace gracia es que haya pasado radicalmente de esos trabajos tan cursis a reconstruir una casa infame, y parece que le ha puesto gran empeño.

    La cosa tampoco da para mucho más.

    Besos

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  3. Oye, pues es curioso... lo de los estores paquetto es todo un detalle

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  4. La casa está llena de detalles que me hace sospechar que la encantadora señora es en realidad una traficante, o una madamme... o las dos cosas, cosas más raras se han visto.

    Saludos

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