martes, 23 de octubre de 2007

Objetos que parecen, lo que no son


No me había dado cuenta, pero últimamente estoy comentando mucho sobre artistas y diseñadores orientales, y es que vienen pegando muy fuerte, tienen una sensibilidad especial, un sentido del humor fino y una imaginación desbordante.


Así que mejor quitarnos rápidamente la idea de que los asiáticos son esos señores bajitos y serios cargados de cámaras de foto, que copian todo lo que ven y que lo único que saben hacer bien son complicados aparatos tecnológicos.


Hoy también debo hablar de una joven diseñadora taiwanesa Chenhui Su que me ha sorprendido con un mobiliario en el que nada es lo que parece.


Muebles reales que parecen reproducciones en dos dimensiones, mesas que llevan incorporada la propia sombra, barrocas silla que en realidad son simples fundas, alfombras que simulan escaleras, otras mesas cuya sombra sirve para sentarse, o reposabrazos que convierten cualquier lugar para sentarse en un cómodo sillón.


Pues, nada mas y nada menos, esto es lo que hace esta señorita tan talentosa.


La conocí a través de Imedagoze.

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