Las instalaciones del artista Matej Andraz Vogrinčič no pasan desapercibidas tanto por su extensión como por su vistosidad.
Él interviene en espacios exteriores, olvidados o sin ningún atractivo y lo hace con grandes cantidades de objetos, de apariencia común, pero que de alguna manera están relacionados con las comunidades locales, que en muchos casos incluso donan objetos para dichas instalaciones.
Así, su idea preliminar, se va transformando con las aportaciones de los vecinos, hasta llegar al resultado final.
La primera imagen que me ha llegado de este autor y que me ha obligado a indagar un poco más sobre su trabajo, es su instalación para la 4 ª Bienal de Liverpool, en la que colocó 56 botes verdes volcados, dentro de las ruinas bombardeadas de una iglesia gótica. Impresionante el efecto, como si una tromba de agua, hubiera hubiera arrasado una construcción centenaria, dejando a su paso los restos del naufragio de una flota de barcas fuera de lugar.
A partir de ahí, me entero de que ha vestido una casa en ruina con ropa donada por los vecinos para la Venice Biennale en 1999. Para su proyecto Car Park: Members Only, cubrió la fachada de un edificio de Adelaide, Australia, con 15.000 coches de juguete, en respuesta a los problemas de trafico de la ciudad.
También en Australia, colocó 2000 regaderas de yeso en un campo de fútbol seco debido a las grandes problemas de sequía que acuciaban la región. Para otras instalaciones, ha utilizado miles de unidades de globos de colores, de paraguas, de barcos de papel, de palas... consiguiendo efectos de lo más poéticos y sugerentes.
Os dejo con lo que de verdad importa, los resultados.
Lo he conocido aquí.
La imágenes las he sacado de google.
Qué paciencia lo de los coches en la fachada de ladrillos joeeee.
ResponderEliminarMe encantaron los paraguas y la casa vestida. Genial este artista.
Besitos, Remedios
Anonadada me has dejado hoy, Remedios. No sé si la emoción supera a la sonrisa o el asombro a la gratitud por los descubrimientos que cada día me proporciona tu blog. Mil gracias, vestidas y con globos.
ResponderEliminarHace 6 o 7 años en Nuremberg, pude ver un montaje parecido, no se si del mismo autor, con la base del conejo de Durero en una plaza porticada.
ResponderEliminarEspectacular y maravilloso, esas barcas verdes trasladan la construccion gotica al Amazonas, parecen hojas enormes flotando en el agua; y esa nave central ocupada por cientos de paraguas negros, como si fueran seminaristas obedientes prestos a graduarse y esparcirse por el mundo como cucarachas.
ResponderEliminarBello e inteligentísimo.
ResponderEliminarMuchas gracias Remedios.