

Me atrae con fuerza una pequeña lámpara del artista inventor, como él mismos se describe, Adam Frank, se llama Lumen y tiene mucho que ver con las sombras chinescas y los juegos con linterna de mi infancia. Con una pequeña llama de aceite y un recorte en forma de árbol o pájaros proyecta sombras sobredimensionadas en la pared. Definitivamente está hecho para contemplarlo y dejar volar la imaginación.

El mismo artista lo comercializa, no es muy muy caro, 48 dólares a los que hay que añadir otros 40 si se quiere la repisa sobre la que colocarlo, pero como siempre, no lo venden en España por que subirán considerablemente los costes de envío. También se puede adquirir en la tienda por internet Elsewares, me arruinaría comprando cosas en ella.

Lo que no me produce ninguna atracción, mas bien lo considero una estafa es por ejemplo esa colección encargada el año pasado por Habitat a varios pesos pesados del panorama "artístico". Ya casi se me ha olvidado de qué objetos se trata y quiénes los diseñaron, tengo una memoria fatal para los nombres.
Seguro que tuvieron mucho éxito, porque, vamos a ver, ¿a quién no le apetece tener un espejo diseñado por su bailarín favorito?.

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