Se están poniendo tan mal las cosas con el agua que para ver peces ya no vamos a poder hacerlo en los ríos habrá que ir a los acuarios y pagar por ello, así que yo voy a ir pensando en comprarme uno antes de que sean considerados animales en extinción y valgan una pasta.
Y ¿dónde lo alojo que no desmerezca en una casa tan de diseño como mi atiquito?.
Pues he encontrado alguna que otra opción interesante que evoluciona un poco el concepto de la clásica, aunque no menos bonita, pecera redonda.
Muy sencilla la de 5.5 Designers, y permite combinar lo animal con lo vegetal.
El O aquarium es un recipiente de cristal de Murano con sinuosa forma fabricado por Salviati y que se puede encontrar en varios tamaños y modelos. Está formado por dos compartimentos estancos uno para meter a nuestra mascota y el otro dónde poner un ramo de flores. Muy Fino.
Una segunda opción innovadora es el Synthetikpark, media bola de metacrilato, que se sujeta en la pared funcionando como un cuadro en 3D.
Parece muy práctico, no ocupa sitio en la mesa y queda bien en cualquier parte. Otra cosa es que para limpiarla hay que descolgarla de la pared y no parece muy cómodo.
La media pecera se puede comprar con una planta de plástico y cristales de colores para que nuestro pececito se entretenga, además de un producto que mantiene limpio el agua.
De precio no está nada mal, no llega a l0s 80 euros, piedras de colores a parte.
Y la pecera más sofisticada y divertida es la Flying Fish Bowl salida de la cabeza del imaginativo Shay Alkalay y que ha sido expuesta en el proyecto Disturbance 2006 celebrado en el Great Eastern Hotel de Londres.
Con tan bonitas peceras el pez casi es lo de menos.
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