Remiendos rojos para telas de araña

Otra pequeña obra de esas que me gustan, que no es nada trascendente y que no va a hacer historia. Es insignificante pero a mí me parece una encantadora intervención en la naturaleza.


La artista californiana Nina Katchadourian tomó el oficio de remendadora de telas de araña por un periodo de 6 semanas durante el 1998. Para ello utilizó hilo rojo que fue cosiendo directamente sobre la tela, intentando recomponer las partes que faltaban al minucioso trabajo de las arañas.


A la mañana siguiente de la reparación artificial, la artista se encontraba que el suelo estaba lleno de hilos rojo. Esto se debió a que las arañas, molestas con el trabajo de la artista, decidieron reconstruir a su manera la tela, desechando los hilos rojos que les molestaron, en el proceso.


Muchos de los parches que fueron descartados por los animales, permanecieron unidos y así pudieron ser rescatados por la artista, que los enmarcó.

El trabajo de sustitución de las arañas, se produjo siempre por la noche, incluso telas en aparente estado de abandono fueron reconstruidas.


Y ya está, no es ni mas ni menos que esto que os cuento, un acto simple, delicado, sutilmente efímero e inútil.

Lo he visto en Trendbeheer.

Esculturas mínimamente ruidosas

Uff, me he quedado boquiabierta con las esculturas del japonés Atsushi Fukunaga basadas en sonidos simbólicos propios del manga, que él ha materializado y convertido en pequeñas piezas en 3D.


Lo que hace este artista, es plasmar en sus Onomatopoeic Sculptures, los sonidos que se producen en distintas situaciones, como por ejemplo, el que hace un avión volando, el de unos lápices de colores al romperse, el de la electricidad, los chillidos de los ratones, el sonido de la lluvia...


Lo que más me agrada de la obra de este japonés es que ha elegido un formato casi diminuto para su trabajo, haciendo pequeñas y frágiles piezas que para mi gusto a mayor escala hubieran perdido todo su encanto.


Y es que a mí la obras pequeña me atrae sobremanera y cuidado que es dificil de encontrar. Me parece que condensar es complicado, a mí me pasa que escribo largo porque no se hacerlo corto, tengo que ponerme a ello.


Y voy a hacerlo ya, así que sin más, os dejo con las fotos, para que apreciéis vosotros mismos los encantos de estas esculturas, visualmente sonoras, que he conocido a través de Pink Tentacle.


Si os faltan sonidos por adivinar, en la web del autor podréis comprobar a cual representa cada escultura.

Visor de nubes

Hay muchas cosas de Madrid que empiezan a no gustarme y de las que no consigo aislarme simplemente poniendo la música a todo volumen cuando voy por la calle. Puede que sea por eso que la idea de Kim Laughton me ha parecido una solución medianamente aceptable para esos momentos en los que se hace insoportable lo que uno está viendo.


Se trata de un mini reproductor de fotos que se ha colocado dentro de una funda metálica en la que se mezcla la estética de una antigua caja de metal con la apariencia de un moderno reproductor mp3.


Para su funcionamiento, se ha quitado la luz de la pantalla LCD dejándola transparente, de manera que cuando se pone la caja en una fuente de luz y se aprieta el botón, se ve una colección de fotos, con motivos de cielos con nubes, que la diseñadora ha seleccionado para nosotros.


El prototipo se llama Box of Clouds y su creadora dice de él "para uso en días de cielos poco interesantes". Yo añado... casi todos...


Un proyecto similar, de la misma autora, se llama Tin y es otro visor de fotos, esta vez más pequeño, de una pulgada y media, insertado en una caja de latón antigua al que se ha añadido una mirilla. Para acceder al botón de encendido, simplemente un corte en la caja deja acceso al circuito.



Dentro de ella, piezas de relojes y alas de insecto se funden con las fotos proyectadas en la pantalla, produciendo un efecto de tres dimensiones cuando se mira dentro. Las imágenes 70 en total, donde se mezclan corazones, textos y elementos geométricos, cambian cada 5 segundos.


Pues lo dicho, si como a mí, ya no os basta con no escuchar, sino que tampoco queréis ver, podéis probar llevando una de estas poéticas cajitas de imágenes en el bolso, aunque ahora que lo pienso también podéis ver vídeos musicales e incluso pelis con algún modelo avanzado de reproductor mp3, eso sí, el envoltorio quizás no tenga tanto encanto como los de Kim.


Lo he visto en Ektopia.

Piezas de Lego en los muros

Cada vez veo más objetos raros pegados a las paredes, algunos me provocan una sonrisilla pero la mayoría me dejan completamente fría.


Ahora le ha llegado la hora a las míticas piezas de Lego, que se han instalado en los muros gracias al trabajo del artista ruso Jan Vormann.


Y tengo que reconocer que me ha hecho gracia su trabajo Dispatchwork, que consiste en reconstruir partes de muros deteriorados insertando piezas de plástico de múltiples colores y formas.


Me da la sensación al verlo, que apretando sobre ellos se va a abrir la puerta que da acceso a un mundo fantástico de dibujos animados pixelados, llenos de magia y de color... como veis, imaginación no me falta.


Bueno, dejando estos pensamientos a un lado, el efecto de paredes grises y humildes recompuestas con piezas de construcción tiene su gracia. Ojalá las piezas utilizadas sean recicladas de antiguos juegos...


Está claro que las posibilidades artísticas del Lego aún están por descubrir...


Lo he visto en Today and Tomorrow.

Coches de campaña

¿No os da la sensación de que en las grandes ciudades los coches tienen más derecho de ocupación de la vía pública que los propios ciudadanos?.

Me gustaría saber qué pasaría si un día me da por sacar un sofá y aparcarlo en zona azul y quedarme tranquilamente leyendo sentada en él, ¿podría estar las dos horas reglamentarias si pago la tarifa establecida para los coches?. Tengo la sensación de que enseguida me desalojarían.


Ese planteamiento se lo ha debido hacer el artista Michael Rakowitz, un tipo muy ocurrente del que ya hablé hace tiempo al conocer ParaSITE, su propuesta de casas para vagabundos en las que se aprovechan las máquinas de aire acondicionado que expulsan el aire al exterior para hincharlas.

Con su proyecto (P) LOT cuestiona la legitimidad de ocupación de los espacio público e invita a los ciudadanos a aparcarse en las calles saltándose las normas viales mediante el engaño.

Contrariamente a la común utilización de las áreas de estacionamiento para coches, este artista propone el alquiler de estas mismas parcelas de tierra para instalar en ellas tiendas de campaña donde poder vivir.


Pero para que estas pasen algo desapercibidas se le ha ocurrido darles la apariencia de coches, con su correspondiente funda. Es decir ha creado una estructura de tubos, con forma de silueta de automóvil que ha recubierto con una tela a modo de funda y en cuyo interior hay sitio para estar cómodamente. Y el muy guasón ha elegido como funda dos modelos de lujo, el Lexus y el Porsche.

La idea es que previo pago de las tarifas de estacionamiento de los parquímetro, los ciudadanos puedan utilizar los aparcamientos para establecer campamentos temporales e incluso zonas de ocio, jardines, comedores temporales...


Podría ser una solución para que los sin techo monten sus tiendas de campaña en plena calle sin llamar la atención. Eso sí, mejor a horas en las que no están vigentes las tarifas de aparcamiento, por que si no, les va a salir más caro que vivir en una pensión.

Os recomiendo echar un ojo al resto de sus proyectos, yo me guardo unos cuantos para comentar otro día.

Lo he visto en Vvork.

Rarezas en la galería y Prada en el desierto

Luis, de l3utterfish, (tenéis que pasaros por su blog, yo no dejo de hacerlo ningún día) pensó en mi cuando vio las puertas de Michael Elmgreen y Ingar Dragset que se exponía en la galería Nicolai Wallner de Copenhague y me envió la información.



Y desde luego acertó, porque además de estas puertas imposibles, el resto de las piezas que he visto de esta pareja me encantan. Medio cubistas, medio surrealistas, muy oníricas y por supuesto con sentido del humor, ¿que más se puede pedir?.


Empezando por su serie de puertas, con difícil apertura, sus construcciones que levitan en el espacio de la galería, sus objetos desubicados como un cajero automático con bebé, el escenario para gogos recién fregado, la cinta de equipajes circular, la pila de fregar con una torre de platos que desafían a la gravedad, la barra de bar sin acceso al interior... merece la pena echar un ojo despacio a cada pieza.


Curiosamente uno de sus proyectos más interesantes también me fue descubierto por otra persona que pensó que me podría gustar, gracias Javier.


Este proyecto llamado Prada Marfa y que en Deputydog titulan "the worlds loneliest prada store", es exactamente eso, la tienda de Prada más solitaria del mundo ya que ha sido construida en el desierto de Texas en un tramo poco transitado de la autopista 90.


El material, zapatos y bolsos, contenido en su interior probablemente es mucho más caro que la construcción, que se conserva en tal estado desde 2005 sin que en ella nadie haya comprado nunca puesto se trata una pieza artística.


Debe ser de lo más chocante ir por un paisaje tan inhóspito y encontrarse de pronto una tienda de productos de ultralujo, la sensación que a mi me producen las fotos es casi estar mirando una valla publicitaria en 3 dimensiones que un despistado planificador de medios hubiera ubicado en este paraje por error.


Además, la combinación de colores que han conseguido es magnífica. Me gusta, me gusta.